miércoles, 20 de agosto de 2008

Back in business

-¡Hola!

- Hola... hola... hola... la... la... a... a... a...

Hay veces en que te asalta la sensación de que te has pasado tres pueblos. Era normal cuando empezabas a salir con los amigos y tanto tú como tus padres aun no le habíais cogido el ritmo: llegabas a las 7 de la mañana y pensabas "me he pasado". Y el puro que te caía te confirmaba que tus padres pensaban lo mismo. Luego los horarios no cambiaron pero se convirtieron en lo normal, así que la sensación desapareció.

Aunque es absurdo a mis años, me asaltó la misma sensación cuando, al acabar mis vacaciones, mantuve con mi nevera la corta conversación que encabeza este post. Estaba tan vacía que había eco. Sí, he estado de vacaciones, por si alguien no se había dado cuenta. Así que el misterio de porqué no posteaba, está más o menos desenmarañado. Y digo más o menos porque reconozco que el esfuerzo asociado a publicar es prácticamente nulo: han sido unas vacaciones modelo "gorrino pachón" (Joaquín Reyes dixit).

Todo empezó hace poco más de un mes, cuando mi empresa me regaló una estancia de doce días en Emiratos Árabes Unidos, ni de trabajo ni de vacaciones. ¿Y qué hago yo allí? Para aquellos que querais saber más, or recomiendo Missing Luggage, donde he compartido, vivido y/o presenciado como actor secundario invitado muchas de las anécdotas que cuenta Carome.

De regreso volé directamente a vacaciones, previo paso por Madrid donde acabé de solucionar unos papeleos, y me fui a mi tierra, donde estuve de visitas varias a familiares y amigos de todo pelaje y condición, algunos de los cuales no veía desde hacía años. Algunas pinceladas de lo que hice: cena y copitas en Altea, a ser posible de cara al mar, es un privilegio; y Joker se sale.

Y las vacaciones, como todo lo bueno y lo malo, se acaban. Así que el domingo por la tarde regresé a casita y, tras conversar con mi nevera y sentir durante un instante que habia estado demasiado tiempo fuera, aunque sólo habían sido dos semanas, volví a la dura (?) realidad de soltero. Al dia siguiente pasé por el supermercado sin lista, porque cualquier cosa que comprara seguro que me hacía falta, en vista del estado de mi nevera. Como es normal, me equivocaba: tengo suministros de papel higiénico y rollos de cocina hasta Navidad.

No puedo acabar sin agradeceros a todos los que, de una forma u otra, por mail o comentando en mis blogs o en persona, os habeis acordado de mí y, aunque poquito y cada uno a su manera, me habeis echado de menos.