lunes, 26 de enero de 2009

Matando el tiempo

Fue hace unos 4 años cuando uno de mis profesores, muy introducido en temas de Internet y comercio electrónico, nos presentó los resultados de una encuesta sobre cuál era la característica más apreciable de Internet para el gran público en España. Mucho más valorado que la posibilidad de comunicarte con otras personas a pesar de las distancias, mucho más importante que el hecho de que te ayudaba enormemente en tu trabajo, más valioso que la búsqueda de información... Internet era un entretenimiento. Y la conclusión era obvia: nadie quiere pagar por un entretenimiento, así que el índice de penetración (siento que suene así) de Internet era de los más bajos de Europa porque la gente es reacia a pagar por un entretenimiento.

Como digo, me lo dijeron hace 4 años sobre una encuesta anterior, así que podemos estar hablando de datos de hace 6 o 7 años, por lo que no se si aquella conclusión seguirá vigente. No voy a entrar en valorar si Internet es útil o no: para mí lo es, y mucho, pero para gustos, los colores. Pero lo que no entro a discutir es que es un entretenimiento de los mejores.

Dejando aparte los miles de blogs sobre inventos estúpidos, noticias asombrosas, nuevos sites porno y demás zarandajas, he estado curioseando últimamente por un directorio de enlaces a software gratis de todo tipo, y me he maravillado con dos cosas:

  • La cantidad tan increible de gente que se dedica a desarrollar estupideces
  • La cantidad más increíble aun de gente que se dedica a probar las gilipolleces que otros desarrollan
Como muestra sirvan los siguientes botones, ejemplos claros del software que no puede faltar en cualquier PC, ya sea de uso doméstico o profesional:
  • Point Motivator, permite que registres lass tareas a realizar y las puntuas al completarlas para darte ánimos
  • Lunchtime, permite vota a que restaurante vas a comer con tus compañeros del trabajo
  • Eurosinging, localiza información sobre los certámenes de Eurovisión
  • Euro Printer, imprime dinero de juguete, como el del monopoli
  • Intuition Reader, permite ejercitar nuestro sexto sentido
  • Death Timer, calcula la fecha en que vas a morir
  • HCM Amor, te da consejos para enamorar a los demás
  • Word Morph, absurdo generador de palabras absurdas, y ya va por la versión 2.3
  • Mousotron, calcula la distancia recorrida por el cursor del ratón, otro indispensable que ha evolucionado hasta la versión 5.0
En cuanto a cosas también completamente inútiles, pero que por lo menos son originales, está este generador de árboles de enlaces, que he encontrado a través de esta web que recomiendo a todo el mundo, os interese o no el arte y diseño. Básicamente das una URL y genera un gráfico como el que veis (generado con la dirección de este blog). El significado es el que sigue:
  • Bola azul = enlace
  • Bola roja = tabla
  • Bola verde = capa
  • Bola violeta = imágen
  • Bola amarilla = formulario
  • Bola naranjas = saltos de línea y/o cita
  • Bola negra = el nodo raíz
  • Bola gris = todo los demás

miércoles, 14 de enero de 2009

Don't try this at home

Este lema nos avisa de que lo que vamos a ver a continuación lo realizan especialistas (o no) preparados (o no), y que no intentemos repetirlo por aquello de descalabrarse. Otras veces resulta que a los que aparecen intentando acrobacias imposibles en bicicleta o patines se les paga para que se rompan la crisma, así que allá ellos si se matan. Y entonces vemos cosas como esta, esta, esta o esta.

Pero últimamente creo que este lema debería extenderse a otros ámbitos, como durante ciertos pasajes de Gran Hermano, algunas discusiones de programas educativos como La Noria o ¿Donde estás, corazón?, muestras sublimes de la dirección que ha tomado la cultura en nuestro país. También los deportes deberían avisar de su contenido nocivo: conciénciate niño, no sirves ni para Raul ni para Casillas, así que ponte a estudiar, joder... Y ya puestos, creo que también es extensible a Bricomanía y los programas de cocina.

Por cosas del destino tenía en casa dos lámparas de exterior bastante chulas que no utilizaba por obra y gracia del alumbrado público más potente jamás visto, así que pensé en reconvertirlas en una sola para un rincón vacío de mi casa, donde el arquitecto decidió que debía haber una lámpara. El estado inicial del rincón era este:


El diseño inicial de mi criatura distaba mucho de ser ópimo. Pregunté a mi consultor-entrenador privado durante las vacaciones (mi hermano) y después de muchas explicaciones de cosas evidentes que ni se me habían pasado por la cabeza, muchas pruebas que no me gustaban, muchas advertencias del tipo veo-las-lámparas-en-el-suelo con las consiguientes respuestas no-jodas-que-tengo-parquet, llegué a un "algo" que podía realizar yo solito y que no tenía mala pinta.

No parecía complicado: un par de cortes por aquí, dos o tres tornillos por allá, taladros en la pared, y en un periquete la lámpara estaría en su sitio... ¡El domingo entero me costó! Estoy molido, con dolor de piernas, agotado mentalmente, y con resaca de ataques de ira al comprobar que lo que parece tan fácil es poco menos que tarea imposible porque por mucho que midas y remidas, si cualquier cosa se te ladea un poco, el resto no encaja. Pero a cabezota no me va a ganar una lámpara de mierda, así que aquí teneis el resultado: