miércoles, 14 de enero de 2009

Don't try this at home

Este lema nos avisa de que lo que vamos a ver a continuación lo realizan especialistas (o no) preparados (o no), y que no intentemos repetirlo por aquello de descalabrarse. Otras veces resulta que a los que aparecen intentando acrobacias imposibles en bicicleta o patines se les paga para que se rompan la crisma, así que allá ellos si se matan. Y entonces vemos cosas como esta, esta, esta o esta.

Pero últimamente creo que este lema debería extenderse a otros ámbitos, como durante ciertos pasajes de Gran Hermano, algunas discusiones de programas educativos como La Noria o ¿Donde estás, corazón?, muestras sublimes de la dirección que ha tomado la cultura en nuestro país. También los deportes deberían avisar de su contenido nocivo: conciénciate niño, no sirves ni para Raul ni para Casillas, así que ponte a estudiar, joder... Y ya puestos, creo que también es extensible a Bricomanía y los programas de cocina.

Por cosas del destino tenía en casa dos lámparas de exterior bastante chulas que no utilizaba por obra y gracia del alumbrado público más potente jamás visto, así que pensé en reconvertirlas en una sola para un rincón vacío de mi casa, donde el arquitecto decidió que debía haber una lámpara. El estado inicial del rincón era este:


El diseño inicial de mi criatura distaba mucho de ser ópimo. Pregunté a mi consultor-entrenador privado durante las vacaciones (mi hermano) y después de muchas explicaciones de cosas evidentes que ni se me habían pasado por la cabeza, muchas pruebas que no me gustaban, muchas advertencias del tipo veo-las-lámparas-en-el-suelo con las consiguientes respuestas no-jodas-que-tengo-parquet, llegué a un "algo" que podía realizar yo solito y que no tenía mala pinta.

No parecía complicado: un par de cortes por aquí, dos o tres tornillos por allá, taladros en la pared, y en un periquete la lámpara estaría en su sitio... ¡El domingo entero me costó! Estoy molido, con dolor de piernas, agotado mentalmente, y con resaca de ataques de ira al comprobar que lo que parece tan fácil es poco menos que tarea imposible porque por mucho que midas y remidas, si cualquier cosa se te ladea un poco, el resto no encaja. Pero a cabezota no me va a ganar una lámpara de mierda, así que aquí teneis el resultado:

2 comentarios:

Lunarroja dijo...

Bueno, pues enhorabuena, ¿no?
No está nada mal.

La próxima vez que tenga que colgar una lámpara... te llamo.
;-)

Señorita Puri dijo...

seguro que si me pongo yo a hacer la esfera de yogur de alginato al final acaba siendo algiñato de la diarrea que le entraría al personal.