lunes, 19 de mayo de 2008

El supermercado (I)


Bueno, llegó la primera prueba: ir a hacer la compra. Antes de irme a Suiza estuve una año en Madrid, en un piso compartido cerca del centro, y creía que mi experiencia me serviría de algo. Me decía: "Has sobrevivido un año en Madrid, cuatro en Suiza, otros dos de vuelta a Madrid y otros dos aquí. Esto no puede ser tan difícil". Pues sí lo es.

Entre unas cosas y otras, haría como un mes que no hacía la compra. Os aseguro que no hay nada podrido en mi nevera, aunque no os lo creais. Pero es cierto que hace mucho que no pasaba por el supermercado. Directo desde el trabajo, coche en el parking, carrito, y allá voy. No me he dado el placer de curiosear cosas para probar: estaba petado de gente y la última vez que probé algo a ciegas, me llevé un chasco enorme. Por cierto, no probeis el kéfir. Pero he tomado nota mental de algunas cosas: quesos nuevos, zumos raros y alguna que otra cerveza de importación. Para la próxima.

La primera sorpresa ha sido al pagar: lo mismo que cuando compraba para dos. Espero que dure el doble, al menos lo que esté envasado o en conserva. La siguiente sorpresa ha sido al llegar a casa y comprobar que tenía tres tarros ennoooormes de mayonesa, tres docenas de botellas de agua mineral, una cantidad absurda de tomates, pero el resto de la ensalada, o tan siquiera una mísera manzana, seguían en el supermercado. Como buen ingeniero ya tengo acotada la causa más probable del error: todo consiste en darte una vuelta por casa para saber qué es lo que tienes y qué te falta. Otra solución, que por ahora dejo como plan B, es hacerme una lista (sí, me he reido mucho de la gente que hace listas para todo, pero no quiero volver a ver alguna sonrisita).

Pero no todo ha sido catastrófico: por primera vez, me he acordado a tiempo de validar el ticket del aparcamiento.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo siento, pero me has hecho sonreir.

Si te sirve de consuelo, a mi también me ha pasado alguna vez.

Simplemente yo.

El Lobo Feroz dijo...

No lo sientas.
Gracias por pasarte.

Lunarroja dijo...

Bueno, bienvenido al mundo de los que tenemos que rellenar la nevera solitos... al mismo precio que antes, o sea cuando éramos dos.
Al final, incluso te gustará que todo lo que encuentres allí dentro... ¡es porque lo has elegido tú!

Acabo de llegar del súper. He sonreído. Y no soporto a las parejas que van llenando el carro así de conjuntadas: "Cariño, ¿qué te parece que meta eso? Cariño, ¿podemos coger lo otro?". Un espanto, la verdad. SIempre me pregunto lo mismo. ¿No podrán decidir por sí mismos?

Besos, lobo.
;-)

Nima dijo...

os habeis dado cuenta que cada vez hay mas comida para solteros?? (llamemoslo single: es mas fashion)
Aceitunas en minilatas, bimbo paquete tamaño reducidismo y gran variedad de comidas prefabricadas!!!

lo mejor es juntarse una vez a la semana con los demás singles: cada uno prepara un plato y se reparte en tuppers.. o ir a casa de mamá!

El Lobo Feroz dijo...

¡Me apunto a la cena!

Bego dijo...

Iba a decir "hey!! poco a poco!!" pero bien pensado... de este post hace meses asi que cabe la posibilidad de que ahora seas un experto