jueves, 29 de mayo de 2008

Cachas (I)


Dicen que uno de los síntomas más característicos de la crisis de los cuarenta es querer volver a ser joven. Así dicho sin apasionamiento sólo me sugiere una respuesta: ¿Y quién no? Puntualicemos, a los cuarenta se te nota más. Hay elementos que incluso a los 60 quieren aparentar 30. Y más allá roza en lo patético. Pero a los cuarenta es cuando surge con más fuerza ese ansia por recuperar el tiempo perdido.

Bien, temblando estoy de llegar a esa edad, porque mi familia piensa que estoy intentando recuperar el tiempo perdido y volver a ser jóven. Es decir, si ahora estamos así, dentro de unos años ¡agárrate!. El primer síntoma fue apuntarme al gimnasio. La verdad es que en Navidad, las cifras que manejaba la báscula la subirme encima empezaban a ser mareantes, así que le hice un tercer grado a mi hermano, que después de casi quince años entre pesas y máquinas debe saber un poco del negocio, y le pedí unas cuantas guías maestras.

Por ahora diré que se está ganando el sueldo (el consultor me ha salido barato, por eso del nepotismo familiar), y que empiezo a cogerle el aire a desahogarme sudando como un cerdo con otros energúmenos de los cuales hablaré en otro momento. Después de uno de esos días agotadores y estresantes, descargas toda la adrenalina que puedes intentado levantar una increíble carga de... 2kg. Mierda. Paciencia y constancia, te recuerdan, pero nunca eres consciente de la poca cantidad que tienes de esto cosas hasta que llegas a situaciones como la que describo.

Pero una de las cosas con las que no habia contado es con la ropa. ¡Menuda ruina! Toda, todita, a tomar por saco. Aprovecharé para darle unas pinceladas al estilo. Tambien me lo avisó mi hermano: "Cuando llegues al punto que quieres en el gimnasio y te veas bien en el espejo, vas a querer colgarte más cosas que un árbol de Navidad". Creo que tiene razón.

5 comentarios:

mas de mi que de... lirio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lunarroja dijo...

Estás recién llegado a la soltería, sí.
No puedes negarlo.

;-)

Belén Peralta dijo...

Queremos una foto de ese cuerpo cachas cuando lleves unos mesecitos en el dichoso gimnasio... :-))))

Anónimo dijo...

Lo prijmero es estar agusto contigo mismo y lo demás viene todo rodado.

Por cierto, ese brazo no me gusta para nada, jejejejje.

Un beso, simplemente yo.

Bego dijo...

Mañana me apunto al gimnasio!! lo digo en serio! jajaja